BUENOS AIRES.- Esta vez no hubo un milagro. San Lorenzo, último campeón del certamen, se quedó fuera de la Copa Libertadores. Su rápida despedida se consumó al haber caído con Danubio, equipo que hasta anoche no había sumado puntos, y porque desde Brasil, llegó la noticia que San Pablo venció con claridad a Corinthians por 2 a 0, resultado que sepultaba sus esperanzas.
La rápida eliminación no puede ser considerada sorpresiva. El final de su participación del torneo estaba tan cantado como el pobre nivel de juego que mostró el equipo que dirige Edgardo Bauza a lo largo de la competencia. Al “cuervo” le faltaron ideas para vencer a un rival entregado y esperar que llegara la ayuda de Corintians, algo que tampoco sucedió.
No hay dudas de que el “ciclón”, pese a ser el defensor del título, fue el equipo argentino más perjudicado por la conformación de los grupo en la fase final. Fue el único que tuvo que enfrentar a dos equipos brasileros en primera instancia. Es cierto que para ser campeón hay que ganar a todos los rivales, pero siempre es importante empezar con los más débiles y no con los más poderosos.
Este golpe a la ilusión tendrá consecuencia en San Lorenzo. Bauza se quedó sin banca para lo que viene a pesar que el equipo pelea los primeros puestos en el torneo local. Un error, con seguridad, le costará el puesto. (Especial)